Biografía de las Riquezas de Puerto Rico
  • Inicio
  • Monedas
  • Haciendas
  • Centrales
  • Café
  • CAÑA
  • Ferrocarril
  • Bancos
  • LIBROS
  • PLACAS DE OBRERO
  • ENLACES
  • BLOG

Los RAMIREZ de ARELLANO y COFRESÍ: Pretexto para unos apuntes en torno a los Vales Hipotecarios de la Hacienda Sambolín de San Germán ©

4/14/2013

4 Comments

 
Por: Jorge David Capiello-Ortiz ©.

Picture
Carta de Alfredo Ramírez de Arellano y Rosell, dueño de la Central Igualdad, remitida a Ernesto Quiñones Salazar. Colección de Jorge David Capiello-Ortiz ©.

Esta nota esta dedicada a Javier Valentín Feliciano que me preguntó si tenía algún documento relacionado a la Familia Ramirez de Arellano, dueños de algunas centrales del area oeste, como la Central Igualdad, y familiares de las escritoras Rosario Ferré y su prima Olga Nolla.

Datos interesantes sobre esta familia son el hecho de que son originales de Cabo Rojo (y de ahí llegan hasta San Germán, Guánica y Mayagüez ) y que según "el Archivo General de Puerto Rico [que] organizó los documentos de la Corte Superior de Mayagüez (Tribunal Superior de Mayagüez)", aparecen un Antonio Ramírez de Arellano (n. 1653) y un Remigio Ramírez de Arellano (muerto en 1766) que recientemente una investigadora logró establecer que son padre e hijo. También se hace interesante el hecho de que esta investigadora se topara con documentos que establecen largas relaciones de "LIMPIEZA DE SANGRE" (pureza racial) a lo que añade que, "cuando los quise leer nuevamente hace varios años atrás ya no los pude encontrar", haciendo alusión a que los habían desaparecido. Y concluye que, "creo que es posible que esta Limpieza particular no necesariamente haya sido perdida por las termitas y el tiempo, pero puede estar en manos de un archivista carroñero". 

Ahora bien, la parte que no aparece por ningún lado del Archivo de donde tomo esta información es más interesante. La novia que tenía que mostrar que era blanca y descendiente de una familia de buena posición social en San Germán fue doña María Nicomedas Ramírez de Arellano y Ramírez de Arellano. Nació en San Germán el 15 de septiembre de 1800. Los padres de María Nicomedas fueron don Joaquín (Calixto) Ramírez de Arellano y doña María Concepción Ramírez de Arellano, que eran primos terceros y se habían casado en San Germán el 8 de febrero de 1792.

Por otra parte, Roberto Cofresí (el pirata) nació el 12 de junio (y bautizado el 27 de junio) de 1791 en el poblado de Cabo Rojo. Su progenitor fue Franz von Kupferschein (llamado Francisco Cofresí), un alemán nacido en Trieste, quien procreó cuatro hijos: Juana, Juan Francisco, Ignacio y Roberto. Su madre lo fue María Germana Ramírez de Arellano. Por parte de Juana no se continuó el apellido Cofresí y por parte de Roberto (el pirata) tampoco, pues perdió su único hijo cuando cumplía cuatro meses de nacido. Sólo quedaron Juan Francisco e Ignacio para continuar el apellido Cofresí pero me sospecho que habrían de usar el apellido de la madre para no complicarse la vida.

Se me hace interesante, por la cercanía del nacimiento de Cofresí (1791) y el matrimonio (1792) de los padres de la novia que debía mostrar pureza de sangre, que tanto el primer nombre de la madre de la novia y el de la madre de Cofresí es María y que los segundos nombres guarden relación etimológica: María Germana (germinar, origen) y María Concepción (concebir, dar origen). Por aquello de no dejar de especular como malicioso escritorcillo, cabe preguntarse, ¿serán la misma persona?

Con el novelón se me pasó decir quién es el firmante de la carta mostrada al principio de estas líneas. Alfredo Ramírez de Arellano y Rosell fue miembro de la Camara Legislativa por el Partido Unión, padre de Lorenza Ramírez de Arellano, primera esposa del ex-gobernador Luis A. Ferré y abuelo de Rosario Ferré, la escritora. En su más reciente libro, titulado "Memorias" (Ediciones Callejón, 2012), Rosario Ferré escribe lo siguiente:
"Alfredo Ramírez de Arellano Rosell, Papipo, nació en la finca Manantiales de Guánica en 1883. Su madre, Lorencita Rosell, murió a los dieciocho años de tifus y su padre, Ubaldino Ramírez de Arellano, se volvió a casar. Lorencita era hija de un coronel del ejercito español, el coronel Rosell, cuyo retrato al óleo estaba en el comedor de la casa de Guanajibo. A Alfredo lo crió un hermano de su padre, tío Quintín Ramírez de Arellano (Papatío, le decía mi abuelo). La nueva esposa de Ubaldino padre fue Mary Quiñones, mamá de tío Ubaldino, tío Gustavo y tía Heydee, todos vecinos de San Germán" (pág, 34).
Picture
Vale Hipotecario firmado por el Sr. Ernesto Quiñones Salazar y su hijo Ernesto Quiñones, Jr. (Ernesto Quiñones Sambolín). Banco Caja de Economías y Préstamos de San Germán, 1941. Colección de Jorge David Capiello-Ortiz ©.

Es muy posible que el Sr. Ernesto Quiñones Salazar, a quien va dirigida la carta, fuera hijo producto del primer matrimonio de Mary Quiñones, la segunda esposa de Ubaldino, y medio-hermano de Alfredo. Y el "hijo" al que se hace referencia, Ernesto Quiñones Sambolín. Se sabe con seguridad que Ernesto Quiñones Salazar nació en San Germán el 8 de octubre de 1879 y que se casó con Josefina Sambolín Becchi, hija de Santiago Sambolín Montalvo y Angelina Becchi Bugna, alrededor de 1910. Josefina Sambolín Becchi nació el 1 de mayo de 1883 en San Germán y murió el 15 de mayo 1976 en en el mismo pueblo. Probablemente, la Hacienda Sambolín de la que habla Rosario Ferré en sus "Memorias", y de la que nos cuenta que "la familia vivía, allí, sólo parte del año", fuera adquirida por los Ramírez de Arellano y Quiñones por medio del mismo Ernesto Quiñones o por medio de la compra de la parte que pertenecía a Santiago Sambolín Becchi, hermano de Josefina Sambolín Becchi, esposa de Ernesto.

Según Rosario Ferré, la Finca Manantiales de Guánica había pasado a mano de los Quiñones (los medios hermanos de Alfredo) y luego comprada a estos por su abuelo en un momento de dificultad económica evitando así que fuera adquirida por los norteamericanos de la Central de Guánica (la South Porto Rico Sugar), quienes la habían opcionado. Más tarde, Alfredo Ramírez de Arellano y Rosell, adquiere la Central Ana María (de los Valdés de Mayagüez, sucesores de Ramón Valdés) a la que luego le cambia el nombre a Central Igualdad. Tenemos que añadir también que adquiere la Hacienda Sambolín de San Germán, que los Ramírez de Arellano, entre 1687 y 1832, le dieron a San Germán doce alcaldes, que fueron fundadores de la Western Sugar Refinery de Mayagüez y que  están intimamente ligados a la fundación de los bancos Banco Comercial de Mayagüez, Western Bank, RG Premier Bank y el Oriental Bank. En conclusión, que remitir el linaje de los Ramirez de Arellano al Intendente Ramírez, primer Secretario de Hacienda de Puerto Rico en los tiempos del régimen español (y de quien Rosario admite son "parientes lejanos"), pudiera explicar mucho de lo que aquí se narra; o que, quizás hoy, el botín y fortuna de los Ramírez de Arellano, sea lo único que queda del apellido Cofresí.
Picture
Anverso de Vale Hipotecario firmado por el Sr. Santiago Sambolín Becchi por la cantidad de $30,000.00 el 22 de enero de 1943. Banco Caja de Economías y Préstamos de San Germán. Colección de Jorge David Capiello-Ortiz ©.
Picture
Reverso del mismo Vale Hipotecario firmado por el Sr. Santiago Sambolín. Obsérvese el detalle de la nota del Vale notariado por el Licdo. José M. Ramírez de Arellano. Colección de Jorge David Capiello-Ortiz ©.


4 Comments

El token del Estacionamiento de la Plaza de la Convalecencia de Río Piedras y la placa de la Porto Rico Iron Works de Ponce

4/14/2013

0 Comments

 
Por: Jorge David Capiello-Ortiz ©.

Dentro de todo lo relacionado a pertenecer a la Sociedad Numismática de Puerto Rico una de las cosas que espero con mayor entusiasmo, además de la NumiExpo, lo es el Boletín “Puerto Rico Numísmático” que con tanto esmero y diligencia preparan nuestro presidente, Rafael Echevarría, y hermano socio, Heriberto Soto. Y tendría que confesar que, más que por la lista de la consabida subasta, mi entusiasmo va directamente ligado a la lectura de sus artículos. Lamentable, por demás, resulta el hecho de que una vez finalizada la subasta pocos parecen conservar el boletín o al menos haberlo leído.

En un mundo tan dirigido a la especulación de los valores como lo es el de la numismática puertorriqueña, no hay manera más segura de velar por nuestra inversión que el constante ejercicio investigativo, el flujo responsable de la información y la buena fe de quienes tienen el conocimiento. A tal efecto, enorgullece en lo personal formar parte de una sociedad donde se producen proyectos de investigación y documentación como los libros publicados por el Sr. Ovidio Dávila, el Lic. Fumero y su hijo, el Sr. Luis A. Serrano y otros colegas como el Sr. Enrique Mancheno y la aportación de sus artículos.

Ahora bien, comentaba antes que no hay manera más segura de velar por nuestra inversión que el constante ejercicio investigativo y el flujo responsable de la información. La especulación de valor de la que son objeto nuestras colecciones, en tanto inversión, no se da como producto del objeto coleccionable en si mismo, sino de su oferta y demanda basada en la investigación responsable de su procedencia, trasfondo histórico y, más que nada, disponibilidad. Al momento no tenemos, salvo escasísimas piezas, información sobre las tiradas de nuestros tokens a no ser por acuñaciones en la mayoría modernas. Sin embargo, estos números no están accesibles a la mano del coleccionista y, por otra parte, hay que aceptar que esto no toma en consideración ni resuelve el problema de la disponibilidad de una pieza en casos de pérdida, desaparición de lotes o lotes encontrados recientemente. De esta manera, resulta que, lo que en un momento parece ser una pieza escasa, años luego pudiera ser una pieza a la que ya nadie preste mucho valor.
Picture
Token del Estacionamiento de la Plaza de la Convalecencia, Río Piedras.
Colección de J.D. Capiello-Ortiz ©.


Por dar un ejemplo, a mi regreso de Minnesota en el 2006, para ese verano, trabajé en la remodelación del segundo nivel del edificio de lo que hoy es el restaurante Subway, en el Paseo de Diego, esquina con la Calle Brumbaugh. Como ingeniero civil aficionado que soy (es decir: sin tenerlo por oficio), además de rescatar la loza original del segundo nivel de ser cubierta por dos pulgadas de cemento, allí se encontró el más reciente lote de tokens del Estacionamiento de la Plaza de la Convalecencia de Río Piedras. El mismo lee: “Estacionamientos, Río Piedras Inc.” (en el anverso) y, “Diciembre 1973” (en el reverso). Ambas leyendas, al margen del listel, en ambas caras. Quinientos (500) tokens para ser exacto, un solo estilo y no dos como algunos aducen. En un principio, dichos tokens fueron vendidos como muy raros llegando a pagarse por ellos cantidades que fluctúan entre $40 a $70 y algunos hasta $100. Hoy, no más de $15.
Picture
Placas repetidas #26 de la Porto Rico Iron Works.
Colección de J.D. Capiello-Ortiz ©.


En lo más reciente, tan cercano como el pasado mes de septiembre, en la pasada NumiExpo 2012, llamó la atención de este servidor el hallazgo de tres placas de la Porto Rico Iron Works con números iguales: #26. Al examinar las piezas las tres muestran las imperfecciones propias del cuño antiguo y no la perfección esperada de la tecnología de un cuño moderno que tanta atención presta a la precisión de detalles. Por ejemplo, los puntos que separan las siglas PRIW no están alineados a la perfección, la letra “I” (en PRIW) presenta una leve inclinación de su parte superior hacia la izquierda, mientras que, la letra “E” (en MEC) muestra una pequeña inclinación hacia la derecha (más observable en el ejemplar del extremo derecho). Además, la perforación de la placa que se ve al centro de la foto arriba está unos grados más al sur que en las otras dos (tómese como referencia la posición de la perforación con relación al número 6 que le queda a la izquierda). Todas estas, imperfecciones que sumadas a la patina que se puede observar en cada una de las placas, atestiguan la edad y legitiman la originalidad de las piezas que, de haber sido producto de un cuño moderno, hubiera sido difícil reproducir. Hoy, estas piezas se venden hasta por $10 cuando, para los años en que yo empezaba a coleccionar, se podían pagar entre $25 a $30 por cada una de ellas.

Picture
Porto Rico Iron Works, 1 de enero de 2006.
 Foto de: J.D. Capiello-Ortiz, 2006 ©.


Descartada la falsificación de las piezas, algunas interrogantes quedan sobre la mesa. ¿Por qué la reproducción de piezas repetidas? ¿Cuántas se acuñaron? ¿Qué implicaciones tiene el hecho de que sólo aparezcan las placas de la división del Cuerpo de Ingenieros Mecánicos (M.E.C. por sus siglas en inglés)? Me aventuraría a contestar que muy posiblemente la repetición de números responde al hecho de que no se acuñaran repuestos por separado en caso de pérdida de la pieza. La reproducción en sets de los repuestos aseguraba el costo efectivo de una fabricación que por separado sería más onerosa. De manera que, si alguien perdía su placa, ya se tendría un repuesto sin tener que acuñarla por separado. Cierto es que la cifra más alta por mi conocida de esta pieza es 99 (muy baja para la cantidad de empleados en una compañía como esta) pero, el detalle de que la placa muestre las siglas M.E.C., nos deja saber que era la placa de una división y no de la fábrica completa. En ese sentido, pudiéramos asumir que las reproducciones no respondían a la cantidad de empleados sino a la posible reposición de placas perdidas. Ahora bien, ¿cuántos sets de reproducciones para la posible reposición de piezas perdidas se acuñaron? ¿Sería esta práctica algo frecuente en las demás compañías? Eso ameritará más investigación. Por lo pronto, cumplimos con el compromiso de informar sobre el detalle de tan curioso hallazgo.


0 Comments
    Jorge David Capiello-Ortiz

    Crea tu insignia

    J.D. Capiello-Ortiz

    Profesor, editor, investigador y escritor premiado por el PEN Club de Puerto Rico además de coleccionista por casi 30 años. Miembro activo de la Sociedad Numismática de Puerto Rico (SNPR #1220) y ex-director del Programa de Promoción Cultural y Artes Populares del Instituto de Cultura Puertorri-queña.

    CERTIFICACIÓN

    Picture

    Categorías

    All
    Café
    Café
    Caña
    Caña
    Centrales
    Documentos
    Haciendas
    Monedas & Tokens
    Placas
    Tren

    Archivos

    September 2021
    February 2020
    May 2019
    February 2019
    January 2019
    February 2018
    August 2017
    March 2017
    February 2017
    January 2017
    October 2016
    July 2016
    May 2016
    April 2016
    March 2016
    February 2016
    January 2016
    October 2015
    August 2015
    May 2015
    March 2015
    February 2015
    January 2015
    August 2014
    July 2014
    February 2014
    January 2014
    November 2013
    October 2013
    September 2013
    August 2013
    July 2013
    June 2013
    May 2013
    April 2013
    March 2013

    RSS Feed

      contáctenos

    Submit
Powered by Create your own unique website with customizable templates.