Todo el mundo sabe que el café es una de las bebidas más populares en todo el mundo. Pero no todo el mundo sabe que cultivar y recolectar café es una actividad laboral extremadamente intensa en la que las violaciones laborales son rampantes a nivel global.
Puerto Rico ha sido un actor en la industria del café por más de 200 años. Es una industria que en la actualidad emplea en la isla y más allá a miles de personas plantando, cultivando, recogiendo, procesando, tostando, vendiendo y sirviendo café.
Muchos de los recolectores de café en Puerto Rico trabajan en condiciones extremas (mal tiempo, terreno escarpado, sol abrasador) y son pagados por pieza o a destajo lo que, aunque es legal, tiene el potencial de resultar en violaciones al salario mínimo federal.
Los cultivadores de café de Puerto Rico han mantenido una larga tradición de pago por pieza a los recolectores. Sin embargo, la ley federal establece que si un recolector no recoge lo suficiente para ganar el salario mínimo en base al sistema de pago a destajo, entonces el empleador debe pagar la diferencia.
Para de la División de Horas y Salarios es su trabajo y una prioridad asegurarse que estos miles de trabajadores en la industria cafetera de Puerto Rico estén recibiendo el salario mínimo tal y como establece la Ley de Normas Razonables de Trabajo (FLSA). Investigadores de la división visitan frecuentemente fincas cafeteras para asegurarse que los productores están cumpliendo con los requisitos.
Hace varios años, cuando visitaron a uno de los mayores cafeteros de Puerto Rico (el Beneficiado de Café Las Indieras, operando como Hacienda Remanso de Paz) los investigadores encontraron que la empresa y su presidente, Wilfredo Ruiz Vargas, no habían pagado a los campesinos y recolectores de café el debido salario mínimo federal de $7.25 por hora trabajada.
De hecho, la mayoría de los recolectores estaban ganando entre $3 y $4.50 por hora. Y algunos hasta $2 por hora o menos. Con el sistema de pago a destajo simplemente no llegaban al salario mínimo para todas las horas trabajadas, y el empleador no les estaba pagando la diferencia.
La falta de registros precisos de salarios de los empleados, de sus horas y de otras condiciones de empleo (otra violación de la FLSA), hacían imposible que incluso los patronos pudieran determinar si los empleados estaban recibiendo lo adecuado.
Trabajando en conjunto con los investigadores de la División de Horas y Salarios, abogados de la Oficina del Procurador del Departamento de Trabajo de EE.UU. presentaron una demanda en un tribunal federal contra la hacienda cafetera y su presidente. Llevamos a cabo un contencioso litigio durante casi dos años que fue seguido de cerca por la industria cafetera local y por el Departamento de Agricultura de Puerto Rico.
Fue un caso particularmente desafiante porque supuso un gran esfuerzo ubicar físicamente a los trabajadores en toda la isla y obtener su cooperación y confianza.
Al final logramos llegar a un acuerdo con los imputados para poner las condiciones de trabajo en el camino correcto.
No sólo pagaron $101.484 en salarios atrasados a más de 170 trabajadores agrícolas y recolectores de café que fueron mal compensados entre el 2011 y el 2014 sino que la sentencia por consentimiento incorpora además un detallado plan de cumplimiento para asegurar que a los trabajadores se les pague correctamente de ahora en adelante.
Específicamente, el dictamen judicial ordena a los demandados mantener registros exactos y completos de las horas de trabajo de los empleados y de las tasas de pago; participar en sesiones de entrenamiento sobre la FLSA por parte de la División de Horas y Salarios; y notificar por escrito a todos los trabajadores sobre sus derechos bajo la FLSA. El dictamen también prohíbe a los imputados solicitar o intentar que los trabajadores devuelvan los pagos de salarios atrasados y tomar represalias contra los que informen o amenacen con revelar violaciones a la FLSA o que cooperen en una investigación. El dictamen también prohíbe violar la FLSA en el futuro.
Este caso y su resultado son un recordatorio para los caficultores y otros empleadores agrícolas de que tienen la responsabilidad de asegurarse el cumplimiento de la ley. El sistema tradicional de pago por pieza no tiene que cambiar, pero sí el cumplimiento con la ley, incluido durante la época lenta de la temporada, que es cuando los recolectores no están recogiendo tanto fruto.
Confiamos que el resultado de este caso será fundamental para asegurar que los trabajadores de esta industria, muchos de los cuales han sido mal pagados en el pasado, reciban el pago que se han ganado.
Nota de los editores: Empleadores y trabajadores pueden aprender más sobre las leyes laborales federales visitando www.dol.gov/whd o llamando al 1-866-4USWAGE.
Frances Ma es abogada litigante y Allison Bowles es abogada litigante senior en la Oficina del Procurador del departamento en Nueva York. Ambas llevaron a cabo el litigio en una corte federal de distrito junto con Summer Silversmith.
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