11 de marzo de 2012
Es la primera hacienda de su época en tener energía eléctrica, generada por agua
Por Yalixa Rivera Cruz / [email protected]
Llegar a la Hacienda Lealtad en Lares es transportarse en el tiempo. Exactamente al siglo XIX, cuando el motor económico germinaba de las entrañas del país.
En ese momento, era a través del cultivo de café y el trabajo en la tierra que miles de familias, incluyendo la familia de Edwin Soto, actual propietario de la Hacienda Lealtad, se las ingeniaron para generar el sustento para su prole.
El recuerdo de esos tiempos y la añoranza por revivir esa vida de antaño, fue lo que motivó a Soto hace cuatro años a adquirir la antigua propiedad a un costo de $485,000. La finca, que está enclavada en el centro de Lares, fue fundada en 1830.
A partir de diciembre de este año la hacienda, convertida hoy en un parador-museo, se preparará para abrir sus puertas al público y renacer bajo el esplendor que una vez reinó allí.
“En su época esto era como el centro del pueblo. Más de mil familias vivían en los alrededores como arrimados de la finca. Aquí trabajaron mi papá y mi abuelo. Yo nací y me crié en este barrio (Pezuela), junto a mis 10 hermanos”, sostuvo Soto, quien adquirió inicialmente la propiedad con miras a construir una casa de campo familiar.
El valor cultural e histórico de la hacienda, que también contará con un Beneficiado de café (operación donde el fruto del café es procesado para convertirlo en un producto comercial), cambió esa idea inicial, haciendo que Soto optara por compartir ese tesoro natural con el resto del mundo.
Según el empresario, además propietario de las empresas Perfect Cleaning y Sheriff Security, su visión es dejar un legado para que tanto las futuras generaciones como los visitantes del extranjero, tengan la oportunidad de ver y experimentar cómo se vivía en una hacienda de café del 1800.
Vínculo con el Grito de Lares
“Esta hacienda tiene mucha historia. Desde aquí, salió el grupo que llevó a cabo el Grito de Lares. Esta fue la primera hacienda de su época en tener energía eléctrica, producida por una rueda hidráulica”, explicó el empresario lareño.
Con el propósito de ofrecerles a los visitantes una experiencia lo más real posible, Soto delegó en su hermano Baltasar Soto y en el arquitecto David Arocho, la reconstrucción del ambicioso proyecto, que ha tomado más de tres años en completarse.
Según explicó, todo se ha hecho a la usanza de la época.
“Hemos procurado cuidar cada detalle. Todos los muebles de la casa grande, que servirá como museo, son del 1800. Tenemos piezas que pertenecieron a la familia de José de Diego y a uno de los miembros originales (del grupo) que participó en la manifestación del Grito de Lares”, detalló.
Además, restauraron la antigua rueda hidráulica, que producirá unos 20 kilovatios de energía para consumo de la propia hacienda y un antiguo horno de leña que antiguamente se utilizaba para la producción de pan artesanal, tradición que ellos revivirán. También reconstruirán, lo que en su momento fue el Cafetín Pomarrosa, desde donde hacían el despacho de mercadería para los empleados de la hacienda. Una vez culminado, el Cafetín se convertirá en el restaurante de la hacienda.
De igual forma, gran parte de la madera utilizada en la reconstrucción del inmueble ha sido sacada de la propia finca que cuenta con un total de 900 cuerdas, con árboles entre los que destaca el ausubo, la caoba, el cedro y la capá.
Sembradío de café
Más de 100 de las 900 cuerdas de terreno serán dedicadas exclusivamente a la siembra de sobre un millón de plantas de café, de las cuales ya hay sembradas unas 200,000, con capacidad para producir unos 25,000 quintales de café.
De hecho, tan pronto como en mayo, la Hacienda Lealtad estará lista para inaugurar la parte que será destinada al Beneficiado del Café, localizado en la carretera #128, justo antes de tomar la ruta hacia la Casa Grande.
En ese establecimiento, y a la vista del sembradío de café, los visitantes podrán degustar y adquirir la preciada bebida que, según Soto se destacará por ser de alta calidad.
“Desde aquí (el Beneficiado) se manejará la operación del cultivo, elaboración y distribución del producto, que llevará el nombre de Café Lealtad”, explicó el portavoz, gestión que ya emplea a unas 100 personas.
Además del “coffe shop” -con vista a la plantación y la torrefactora del café-, las instalaciones albergarán un laboratorio para catar café, así como las oficinas administrativas de la hospedería.
“Nosotros queremos que todos los agricultores del área se sientan en la libertad de venir a este laboratorio y evaluar su café. Aquí, vamos a tener siempre un catador disponible para ellos. Es un servicio que daremos sin costo alguno”, destacó.
Mientras el cultivo de Hacienda Lealtad arranca, la empresa estará en la disposición de comprar café de los sembradíos aledaños.
“Si es de buena calidad estamos dispuesto a pagar hasta $7 por almud, si cumple con los requisitos que nosotros estamos buscando”, detalló el empresario, quien dijo que por lo regular el precio es aproximadamente unos $5.
Soto indicó que aunque él nació y se crió en el ambiente cafetalero, igualmente viajó a otros países como Costa Rica y Colombia para educarse sobre las últimas tendencias y tecnologías relacionadas a esta industria.
“Hemos pasado por un proceso de educación y preparación para poder llegar al nivel de calidad y producción que queremos. De igual forma, vamos a educar y adiestrar a los trabajadores que serán empleados para el proceso de recolección del café”, añadió.
El hacendado reconoció que ha sido una labor muy ardua e intensa, que le ha ocupado gran parte de su tiempo, pero de la que ha sacado gran satisfacción.
“Reconozco que si yo no hubiera tenido el capital para hacer este proyecto no lo hubiera podido hacer. La prosperidad de mis otros negocios y mis ahorros, sí me lo han permitido”, dijo.
Una vez culminado el proyecto se espera que tenga, adicionales a las 15 habitaciones de la primera fase, unas 30 villas que simularán pequeñas haciendas, así como un spa, una piscina y excursiones guiadas que incluirán visitas al museo y excursiones de aventura. Los huéspedes y demás visitantes podrán ir de pesca, recorrer los caminos entre cafetales, hacer senderismo, escalar montañas y hasta lanzarse desde un canopy.
Soto expresó que aún no ha establecido una tarifa de precios aproximada para huéspedes, pero espera sea una competitiva.